domingo, 24 de febrero de 2013

TEATRO DE IRRISION




TEATRO DE IRRISIÓN

o

TEATRO DEL ABSURDO


Lic. Fernando Godoy
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Un día Samuel Beckett caminaba por una de las calles de su barrio parisino, cuando de pronto un vagabundo se acercó y comenzó a agredirlo, a golpearlo fuertemente. Beckett terminó  en el hospital y el vagabundo en la cárcel. Al salir del hospital Beckett  fue al lugar donde estaba detenido su agresor y le preguntó cuáles habían sido sus motivos para agredirlo, ya que ambos no se conocían. El otro le respondió:  “no sé, no sé”.

Se dice también que un día Arthur Adamov estaba parado cerca de un ciego que pedía limosna. Adamov observaba la acción. Un momento de aquellos, dos jovencitas pasaban delante del ciego, conversando animadamente, y sin notarlo le empujaron. Entonces comenzaron a cantar: “Cerré los ojos. ¡Era maravilloso!”.

Se dice entonces, que tal vez, en estos incidentes, ellos vieron el ejemplo mismo de la acción absurda, característica de la  condición humana.

Entre 1950 y 1953, Eugene Ionesco, Samuel Beckett y Arthur Adamov estrenaron sus primeras obras, que habrían luego  de clasificarse, entre otros nombres, en lo que se dio en llamar Teatro del Absurdo o Teatro de Irrisión.
Estos estrenos se llevaron a cabo originando verdaderos escándalos, durísimas críticas, y algunas, las menos, encendidas defensas. Adamov con el tiempo fue un autor de éxito, Ionesco llegó a ser miembro de la Academia Francesa y Beckett al premio Nóbel. Y si tal vez no es esto lo que interesa, sin duda  el teatro que ellos hicieron o crearon tuvo y tiene una inmensa repercusión mundial.